7 feb 2011

Culpa


Jugamos al ajedrez. “Raskolnikov y la señorita Freud juegan partidas rápidas de ajedrez detrás del sofá”. Podría ser un buen titular para un diario. Si es que a alguien de los que tienen la cabeza dentro del río le interesase la lectura. Si pudieran leer. Si hubiera diarios. Si alguien perdiera el tiempo con la escritura. Jugamos partidas a cinco minutos, a lo sumo diez. Habitualmente gano. Es inevitable. Ella con su cabecita zen no piensa en posibles variantes, no discurre de forma lógica; su pensamiento suele ser lateral. Y le explico el por qué de mi nombre, que es el nombre de un personaje. Y le cuento lo de la culpa del hombre que es la gran culpa de Raskolnikov tras haber matado en la novela de su autor ruso a una viejecita sin querer, o queriendo pero sin desearlo, casi sin quererlo. Y no lo comprende.