15 may 2011

Sagawa



Issei Sagawa estudiaba a Shakespeare en la Universidad de Wako, en Tokio, y Literatura Comparada en París, mientras decidía qué parte, si llegaba el momento, se comería primero. Fue el pezón izquierdo. Luego vino la nariz, las nalgas, la necrofagia y la mostaza. Todo ello después de haberle leído a Renee, su víctima, algunas poesías de Dylan Thomas y ésta haberse negado a la cama. “Eres japonés y cojo”, debió decirle. Y la fileteó. Akira Sagawa, su padre multimillonario, logró que estuviese preso tan sólo quince meses. Su aportación al arte más (des)interesada se dio al ser fotografiado para ilustrar la portada de una revista japonesa de gastronomía. Más tarde llegaron los programas culinarios y la fama en su amargo país.